Les debemos reconocimiento a su esfuerzo y esperanza por un mundo mejor en los años más terribles de la historia europea. Quienes dignificaron la democracia con la inmolación de sus vidas forman parte de uno de los capítulos más generosos de la memoria española del siglo XX y por ello no queremos permanecer impasibles ante la evidencia de este crimen contra la humanidad que se perpetró contra ellos en nombre de un Estado golpista, ni ante las maniobras de la derecha para impedir que sean juzgados los hechos del caso.
Los derechos a la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas de crímenes de derecho internacional cometidos durante la Guerra Civil y el franquismo (1936-1975) siguen siendo denegados en España, que ni investiga ni colabora con investigaciones llevadas a cabo por otros países. Durante la Guerra Civil y el franquismo fueron muchas las víctimas de graves abusos que el derecho internacional prohibía y condenaba, como tortura, ejecuciones extrajudiciales, ataques contra población civil, persecución política, religiosa o racial, encarcelamiientos arbitrarios, trabajos forzados y otros actos definidos como crímenes contra la humanidad.
El Poder Legislativo, reacio a ratificar la Convención para que no prescriban los Crímenes de Guerra y los Crímenes de Lesa Humanidad, ha confirmado la vigencia de la Ley de Amnistía. La tendencia continuada de los jueces españoles al archivo y la falta de investigación de los crímenes de derecho internacional cometidos durante esta época, llevan a una indefensión manifiesta de las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo. La lucha por la Memoria, y contra la Impunidad Franquista, es imparable. En los últimos años, las actividades de la Asociaciones para la Recuperación de la Memoria Histórica en la localización de las fosas en las que fueron arrojadas las personas asesinadas por el fascismo, y la lucha por la rehabilitación de las víctimas del genocidio franquista tuvieron, como respuesta, la tímida e insuficiente “Ley de la Memoria Histórica” del gobierno socialista. Esta ley deja completamente insatisfecho el deseo de dignificación, reparación y justicia de las víctimas y sus familias.
Como consecuencia el movimiento popular por la memoria histórica ha seguido creciendo, las exhumaciones continúan y aumentan las denuncias y reclamaciones, los descendientes de las víctimas claman cada día con más fuerza por el derecho a localizar a sus familiares desaparecidos y a enterrarlos con dignidad.
¿Por qué personas que nacimos décadas después de que todo esto ocurriera pensamos que nuestras vidas están enormemente condicionada por lo que pasó?
En primer lugar pensamos que conocer el pasado es una herramienta para conquistar el futuro, un futuro basado en lo que defendieron las mismas personas que dieron su vida por la libertad, por la igualdad, por la justicia.
Pero no podemos olvidar el uso que se ha hecho a lo largo de la historia con estas palabras, es muy fácil cometer fechorías mientras se enarbolan estos valores y las palabras como las piedras no protestan, no se indignan, no se enfrentan a las injusticias.
Nuestro homenaje es hacia todos aquellas personas que quisieron cambiar la sociedad para hacerla más igualitaria y más justa, que lucharon para conquistar espacios en la vida pública, que abogaron por la pluralidad ideológica y que se enfrentaron a los golpistas sublevados contra el gobierno republicano. A todos los que lucharon durante décadas y desde los diversos ámbitos sociales, laborales y culturales por derrocar la dictadura y conquistar la democracia. Entre ellos hay hombres y mujeres, con mayor o menor compromiso político y social, con simpatías o militancias republicanas, socialistas, comunistas, anarquistas, andalucistas, o gentes sin partido.
Rendimos homenaje a las miles de personas, pertenecientes a profesiones como la enseñanza o la medicina o al funcionariado, que fueron despojados de sus títulos y profesiones en procesos de depuración política.

Quienes sí lo hicieron fueron las gentes que dieron su vida. Pero también quienes sobrevivieron y aguantaron la venganza infinita de los franquistas. Fueron ellas y ellos quienes mantuvieron vivas estas palabras. Sin casi poder pronunciarlas les dieron vida con sus actos en la cárcel, en la clandestinidad, en el exilio o en la vida cotidiana. Una mención especial se merecen las mujeres que lucharon, las represaliadas y las que queriendo luchar, no lo hicieron, pues la sociedad aún no estaba preparada para asumir su participación, sus historias están aún por contar.
Y esta es la labor por la que tenemos que estar agradecidos a estas personas pues si una sola generación viviese ala margen de estos ideales podrían perderse para siempre, y estas personas, estos mayores, como dicen algunos estos viejos y con las peores condiciones posibles los mantuvieron vivos y sinceros para nuestras generaciones venideras.
Esta es una contribución impagable por la que nos sentimos orgullosos de hacerles este pequeño homenaje, y decirles que aunque vivamos en un mundo injusto y violento la lucha continua, decirles
que nada fue en vano, que os haremos justicia, y que algún día las barbaries de ayer y las de hoy se estudiaran en los libros como algo exclusivamente del pasado.
NUESTRAS EXIGENCIAS SON:
- QUE SE LUCHE CONTRA LA IMPUNIDAD DEL FRANQUISMO.
- EXIGIMOS LA DEROGACIÓN DE LAS LEYES DE AMNISTÍA, POR SER LEYES DE PUNTO FINAL, CONTRARIAS AL CARÁCTER IMPRESCINDIBLE DE LOS CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD.
- REPLANTEAR LA DEPURACIÓN DEL APARATO DEL ESTADO ELIMINANDO CUALQUIER RESTO DE SU PASADO FRANQUISTA. QUEREMOS QUIENES PARTICIPARON EN LA REPRESIÓN SEAN APARTADOS Y PROCESADOS POR SUS CRÍMENES.
- DENUNCIAMOS LOS CRÍMENES EXPECÍFICOS CONTRA LAS MUJERES, LAS VIOLACIONES Y ABUSOS SEXUALES EN LAS CÁRCELES Y CENTROS DE DETENCIÓN Y EL ROBO DE SUS HIJOS.
- EXIGIR LA ILEGALIZACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES FASCISTAS. - RECLAMAMOS AL GOBIERNO DE ESPAÑA QUE CUMPLA CON SU OBLIGACIÓN DE PROPORCIONAR VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN A LAS PERSONAS AFECTADAS.
Mairena del Alcor a 14 de abril del 2015
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